ROMPER LA BARRERA DE LOS 5 MESES FUERA DE CASA
Sin ni siquiera darme cuenta, en este tiempo, he superado dos barreras que tenía pendientes desde mi viaje a Latinoamérica. La primera era la de pasar más de cinco meses seguidos sin pisar suelo conocido. La segunda era superar los tres meses que viví en la Escuela de Música de San Ignacio de Moxos hace ahora dos años.
Pues bien, ya he superado estas dos barreras. El 30 de octubre salimos de casa y estuvimos poco más de un mes deambulando entre España y Alemania hasta, finalmente el 11 de diciembre, llegar a la que hoy es nuestra residencia y hogar, el Templo Shaolin Europa. Mi cometido era ser encargado de cuidar de los animales del lugar, sin embargo, creo que este cometido está empezando a cambiar o al menos a ampliarse hacia más direcciones que más tarde os explicaré.
Nuestra adaptación al templo ha sido realmente fantástica y creo que hemos encajado a la perfección tanto Ura como yo. Aunque Ura tuvo que pasar una semana en cuarentena por la territorialidad de los pastores alemanes del templo, ahora mismo es la reina del lugar. Gracias a la familia que compone el templo, Ura da pasos de gigante en su pérdida de miedo hacia los humanos y a pesar de que aún ladre de vez en cuando, sus ladridos han disminuido en número e intensidad y aparte de estar prometida con Loki y comer a besos a Odín, ya siente como su familia a prácticamente todos los integrantes del templo, incluido a Shifu que la adora a pesar de que le haga algunas perrerías muy divertidas. Honestamente, Ura no puede tener una vida mejor, conviviendo con un perro y tres gatos 24h y paseando diariamente por unos maravillosos bosques con otros tres grandes canes.
Por mi parte tras un primer mes de mucho trabajo y poco Kung Fu, al fin en Enero llegan los discípulos comenzando así a vivir con ellos el Discipulado en un templo Shaolin.
Más adelante os contaré en qué consiste esto del discipulado pero para que os hagáis una idea es como mandar a tu hijo a la mili budista. A pesar de no contar con el título de discípulo, y por lo tanto ser la persona con menor rango dentro del templo, estoy participando casi al completo en todo el adiestramiento junto con ellos. Esto incluye: diferentes entrenamientos en artes marciales, el increíble arte medicinal del Qi Gong, las horas de meditación matutinas, las apasionantes ceremonias de Té con Shifu y las increíbles clases teóricas con el Abad en las que estamos, de momento, desgranando en profundidad el Budismo.
Además de todo esto, hemos recibido la visita de diferentes personalidades que han aportado aún más conocimiento si cabe a nuestra experiencia en el Templo Shaolin alemán. Sin duda tengo que destacar a los dos últimos cracks del Kung Fu que hemos recibido este mes, Laoshi Chen Geng y el archiconocido Shifu Yan Lei. Dos miradas completamente diferentes de vivir la vida y el kung fu. Esto demuestra la alta variedad de estilos y pensamientos que de un Templo Shaolin pueden salir sin perder rumbo común que todos los shaolines comparten hacia el autoconocimiento y la paz interior.
Cambio ahora de párrafo porque Randy se merece un párrafo para él solito. El tercer invitado destacado hasta el momento es Randall J. Birnberg, hijo de uno de los capos de la auténtica mafia en Chicago, es un popular psicólogo especializado en el estudio de la felicidad. Una persona rodeada de influencias negativas que contra todo pronóstico se ha embarcado, como el dice, en la mafia del tráfico de abrazos y buenas emociones. Renombrado psicólogo que nos visitó hace unos meses y que está descubriendo que todo lo que ha estudiado a lo largo de su carrera de psicología está íntimamente ligado con las enseñanzas de Buda. Gracias a las conferencias para grandes directivos que Shifu y Sitaigung realizan en la UE, conocieron a Randall, que también es ponente en la misma compañía (PWC), y para este año tienen preparados dos seminarios en Shaolin Temple Europe llamados “East meets the West” (Occidente conoce/se encuentra con Oriente) los cuales estoy ansioso por degustar ya que van a ser una mezcla de budismo y psicología dignas de experimentar.
EL SILENCIO DE UN MES
Desde luego me hubiera encantado poder publicar más a menudo durante este mes pero diferentes factores me han obligado a priorizar y por ello el blog se ha quedado un poco apartado.
El primer factor que me ha alejado de este blog de viajes llamado Trotamundogs es la falta de tiempo. La forma de vida en un Templo Shaolin, aunque tranquila, es constante y no te da tiempo para mucho “tiempo libre”. Entrecomillo tiempo libre porque horas reales de trabajo creo que tengo 5 o menos al día, sin embargo, entrenamientos, clases teóricas o charlas espontáneas te dejan sin horas en el marcador a lo largo del día.
Segundo factor: en este último mes, dado mi interés por las redes sociales, la fotografía y ahora el videomontaje, me estoy convirtiendo en una especie de comunity manager del templo y para ello necesito formarme en diferentes campos que gracias a la página www.domestika.com estoy desarrollando. Ni siquiera tengo demasiado tiempo para esto por lo que mucho menos para preparar posts decentes donde transmitir lo que estoy viviendo y aprendiendo en este exótico lugar en medio de Europa.
El tercer y último factor se basa en que hemos parado de recibir clases teóricas. Por diferentes circunstancias en el templo, este mes no hemos tenido apenas teoría por lo que no he tenido la oportunidad de profundizar en los temas que quiero transmitir. Ni tan siquiera, los temas que tengo casi terminados, como son la historia sobre los templos y la cultura Shaolin, la historia del templo en el que vivo o los principios básicos del budismo. No me atrevo a subirlos ya que me gustaría transmitir todo esto con la mayor rigurosidad posible y para ello necesito tiempo con Sitaigung que para eso es Maestro en Budismo, además de Maestro de ceremonias de té entre otros (menciono esto porque me encanta el concepto de maestro de ceremonias de té). Cuando hablo de maestro no hablo de profesor – la traducción proviene de Master no de Teacher – ya que en Shaolin y en china en general diferencian entre estos dos términos mediante las palabras Laoshi (profesor) y Shifu (maestro). Por ello, de ahora en adelante cuando hable de Maestro con mayúsculas o Shifu, imaginaros a un catedrático o, si os resulta más fácil, podéis acordaros de el maestro de Kung Fu Panda.
Ha sido un mes convulso este último entre otras cosas por las diferentes actividades, como la visita de Yan Lei, el parón por las obras en el jardín y el Budahall (sala de actos) y sobretodo el abandono de uno de los discípulos. La media de edad de los discípulos ronda los 21 años con todo lo que ello implica. La mayoría nunca ha trabajado y acaban de salir de la escuela para meterse en un templo shaolin. El ritmo de vida y las exigencias aquí, no se asemejan en nada a la de cualquier joven por lo que el choque puede ser duro para algunos. De hecho, me estoy pregunto cuántos de los 4 discípulos que comenzaron en Enero acabarán sus dos años de formación. Sólo sé que Miao Hai se convierte en Novice (paso siguiente a discípulo y paso previo a monje) en julio y Miao Zhi , más conocido como Capitán América, es un tío que no se rinde nunca, así que al menos mis dos mayores confidentes se quedan los dos años.
Lo que cada día tengo más claro es que probablemente alargue mi estancia aquí. Ura está como en casa y yo no hago más que aprender diferentes cosas que me van a servir para el futuro. Por lo tanto no veo motivos para abandonar este lugar en los próximos meses, tal y como me había propuesto. Junio se me queda muy corto y el Laoshi “interino” del templo llega en mayo para quedarse seis meses. Además Randy tiene su seminario psicologicobudista en julio y octubre (en mi cumpleaños) y Shifu quiere montar una academia online de entrenamiento Shaolin. Si a esto le unimos que estoy viviendo una vida monástica con entrenamientos y teoría, creo que pocos motivos me quedan para dejar este lugar en los próximos meses.
Que nadie se asuste, no me voy a quedar aquí de por vida y mucho menos convertirme en monje. Lo que sí quería era romper la barrera de los 3 meses y para ello tengo un motivo. En San Ignacio, tras mis 3 meses de convivencia empecé a comprender la dinámica y la cultura del pueblo y justo en ese momento tuve que marcharme. Ahora, viviendo en un templo Shaolin, me da la sensación que para romper esa barrera y poder llevarme todo lo posible de este lugar necesito bastante más tiempo que unos pocos meses. Por lo tanto, que nadie me espere despierto que todavía me queda una larga temporada de beber té y vivir una vida esotérica.
Eres muy grande Kina. Me alegro mucho de que todo te vaya tan bien en este viaje con Ura. Sana envidia la que me das, sigue aprendiendo, para que puedas enseñarnos algo d lo mucho que sacarás de ésto. Besarkada gogor bat😉💪
Qué alegría leerte my friend! Aquí seguiremos dándole al aprendizaje. Espero que todo bien por el pueblo. Un super abrazo crack!🙏🏼🙏🏼